
Este remember tecnológico fué instalado en los 70´s por todas las habitaciones del Hospital de la Serranía. Constaba de un botón monotarea y un discreto altavoz-micro con austera forma de rejilla de cámara de gás.
Sirve para la comunicación entre las habitaciones y las enfermeras, debido a la falta de eficacia del mismo, Apple lo comercializó 30 años después de manera portátil y fué todo un éxito. No constaba de interfaz ni pantalla, y no tenía autonomía, sólo está ahí empotrado en la pared. Comunmente recibió nombres como telefonillo, cacharro, niño no lo toques que viene la enfermera, interfono, portero, comunicador y eso pa que coño es abuela.
Su funcionalidad era similar a la del botón de morse de los Walkie-Talkies de todo a 100, regalo muy de moda en las comuniones de principios de los 90´s.